En tiempo de crisis
Olía a humo. Un humo denso se extendía por la cocina. El abuelo y el nieto se miraron; al mismo tiempo, ambos se taparon la nariz.
- Ten cuidado, pequeño; el fuego es peligroso.
- ¡Abuelo, se está quemando tu pata, tu pata de palo!
Gracias, nieto. La tercera en este año; tendré más cuidado.